Reseña: LA METAMORFOSIS de Franz Kafka. Por Alba Amador.

 

Título: LA METAMORFOSIS
Título original: Die Verwandlung
Autor: Franz Kafka
Edición: Pluton ediciones X, s. l., 2010
Páginas: 125
Reseña por: Alba Amador

Si lees La Metamorfosis, de Franz Kafka, tal cual, sin siquiera imaginar que pueda tener un significado más allá de lo literal de sus palabras, te encuentras con un relato surrealista y fantástico, triste y angustioso.

Te encuentras -y perdón por el spoiler- con un varón que se levanta una mañana convertido en algún tipo de insecto gigante que nunca llega a especificarse. Al principio, cree estar soñando, pero la transformación se vuelve evidente y real ante las dificultades y los cambios que supone. Sin embargo, al principio, Gregorio Samsa asume que se recuperará y, de hecho, en ocasiones se alude al hecho como una enfermedad. Así es como el lector asiste al proceso de metamorfosis, primero física y luego mentalmente.

Pero si uno se preocupa en informarse un mínimo sobre Franz Kafka y su obra, entenderá que es imposible que La Metamorfosis sea un simple texto algo surrealista.

Recientemente, alguien me ha propuesto una posible interpretación para este texto, la de un drogadicto que se va consumiendo poco a poco, cambiando cada vez más. Esto genera un miedo evidente en su entorno, en este caso en su familia, cada vez mayor, mientras él no acaba de entender lo que pasa. Al final, su familia desiste.

Sin embargo, yo tengo otra interpretación, una que he tenido desde que leí por primera vez La Metamorfosis, hace dos años, y que se ha acentuado al leer el libro de nuevo. Kafka era introvertido, un joven con el temor a ser percibido de manera repulsiva tanto física como mentalmente. A esto se le suma que la mayoría, por no decir todos, los que han estudiado este texto, coinciden en que Franz Kafka se vio reflejado a sí mismo en el personaje de Gregorio Samsa (aún siendo narrada la historia en tercera persona y de un modo bastante impersonal).

Sabiendo esto, mi mente me llevó a interpretar la obra como una metáfora literal de la auto percepción como un monstruo, como una bestia. Cuando uno se percibe a sí mismo con tal negatividad, ello acaba reflejándose en el entorno, sobre todo por el comportamiento que desarrolla el uno para con los otros. Por eso me parece un experimento acertado transformar al protagonista en un insecto, literalmente, y observar la reacción de su familia y el proceso por el que pasan tanto ésta como el personaje principal.

Desde mi punto de vista, las tres partes en las que se divide el libro coinciden respectivamente con el proceso de negación del principio, cuando Gregorio no acepta lo que ocurre y lo relaciona con una simple enfermedad que se pasará, el proceso posterior de aceptación, cuando finalmente es consciente de lo que ocurre y de las consecuencias que esto tiene e intenta adaptarse, y la resignación, cuando tanto él como su familia comienzan a ignorar lo ocurrido y, simplemente, se limitan a seguir sobreviviendo -que no viviendo, que hay una gran diferenca-. En esta última etapa, llegamos a ver comportamientos propios de esa bestia en la que se ha metamorfoseado y se percibe como él, siendo plenamente consciente de estos actos, no hace por evitarlos.

Mi teoría se complementa con la figura del padre de Gregorio Samsa. Un tema de gran importancia en la obra de Kafka es su relación con un padre autoritario, el cual no dejó nunca de menospreciar a su hijo. Esto no sólo confirma el reflejo del escritor en su personaje, sino que sería un incentivo más para esa percepción negativa de sí mismo.

Es un relato muy corto -el libro que yo tengo tiene sólo 125 páginas con letra grande y es más pequeño que la edición común de bolsillo- que no sólo entretiene, sino que te induce a la reflexión y que además tiene la capacidad de provocar en el lector el rechazo y la angustia del personaje. Yo misma sentí bastante angustia al leerlo, tanto la primera como la segunda vez. Lo recomiendo encarecidamente.

¿Tú lo has leído? ¿Qué te ha parecido?

Reseña por Alba Amador.