Reseña: AGAIN. SENTIR, de Mona Kasten. Por Alba Amador.

Título: AGAIN. SENTIR
Título original: Feel Again
Serie: Again (3)
Autora: Mona Kasten
Editorial: Planeta
Páginas: 480
Temática: Romance, New Adult (Joven Adulto)

 

AGAIN. SENTIR
MONA KASTEN

    De los libros que llevo leídos de la serie Again de Mona Kasten, creo poder decir que Again. Sentir es el que más me ha gustado. Los otros dos lo superan en varios aspectos, pero la recompensa final, la sensación de paz y alegría que he sentido al acabarlo, sin duda me ha obligado a colocarlo en el puesto número uno.

    Creo que la evolución de la autora es bastante evidente en muchos aspectos, aunque en algunos otros, para mi gusto, se haya quedado un poco atrás. Pero estoy muy satisfecha con este libro y la serie me está dejando muy buen sabor de boca en general. Me gusta que Mona Kasten sea capaz de escribir sobre tres por ahora, pues éste es el tercer libro de la serie— parejas distintas y que lo haga sin que de la sensación de que se repite. Hay mucha variedad en cada una y, lo mejor de todo, no son relaciones tóxicas las que tienen.

Sinopsis

    Again. Sentir se centra en la relación entre Isaac y Sawyer. Isaac es un chico tímido, torpe y con un modo de vestir muy peculiar. Sawyer, por su parte, es una chica aparentemente segura y despiadada, desenvuelta y dura, o al menos esa es la imagen que da. Desde pequeña se ha valido por sí misma y ha sido una mujer fuerte que no necesita a nadie en su vida. Desde luego, Isaac no es el tipo de chico en el que suele fijarse, pero de algún modo ambos acaban embarcados en un trato que los beneficia mutuamente: él la ayudara en su proyecto final de fotografía a cambio de que ella le ayude a confiar más en sí mismo y le de un cambio de estilo.

    Un cliché, sí, pero qué cliché tan bien contado. Y la merece  la pena por la intensa relación que desarrollan pronto y cómo ésta afectará a sus vidas y a todo lo que cada uno de ellos lleva cargado a la espalda.

Personajes

    En primer lugar, no sabría muy bien cómo catalogar a los personajes secundarios de este libro, porque hay partes en las que realmente parecen sobrar y hay otras en las que realmente son fundamentales en la trama. No obstante, creo que puedo decir con total seguridad que son demasiado secundarios y no tienen arco propio. Sólo están ahí para formar parte de una escena en concreto en la que sí es cierto que son muy necesarios, pues sin ellos y esa escena, no avanzaría la relación de los protagonistas. Pero además de eso, no tienen ninguna otra función, son completamente planos.

    Esto no tiene que ser un inconveniente obligatoriamente, por supuesto. La autora ha conseguido crear una relación lo suficientemente interesante entren Isaac y Sawyer como para que no sea necesario generar pausas que se centrasen en los personajes secundarios. Aún así, sí que vemos algunas escenas que se adentran un poco en la relación de Sawyer con su hermana, algo que aporta cierto dinamismo y nos permite conocer mejor a la protagonista.

    Sawyer es la que narra la historia. Creo que en este caso, el hecho de ver cómo se desarrolla la historia desde su punto de vista es fundamental en la trama. Una parte muy importante de este libro se centra en la evolución de Isaac gracias a Sawyer y en cómo esto afecta a la relación entre ambos. Ver el cambio de él a través de los ojos y los pensamientos de ella es interesante y atrapante, sobre todo porque se percata de cada mínimo detalle y es perfectamente consciente de cómo va avanzando Isaac, mientras que él parece no ser muy consciente de su propio desarrollo.

    Lo que más me gusta de Sawyer es que es un personaje femenino fuerte e independiente. Por motivos que el lector irá descubriendo conforme avance la lectura, ha tenido que aprender a valerse por sí misma. Esto la ha llevado a convertirse en una persona fría, distante, con serios problemas para dejar a otras personas entrar en su vida y saber demasiado de ella. Sin embargo, todo esto contraste con un amor apasionante hacia la fotografía y una inseguridad que, aunque ella finge que no existe, está muy patente en su interior.

    Desde luego, el arco de este personaje es complejo y el lector puede apreciar a la perfección cada paso que da ya sea en una dirección u otra. Es curioso estar presente en su evolución, siendo consciente de cada reacción a la misma. Como protagonista, es fuerte y dinámica, muy convincente.

    En cuanto a Isaac, aunque al principio puede dar la impresión de estar demasiado alejado, de resultar difícil el hecho de empatizar con él, conforme avanza la narración esto cambia. Como ya he dicho, ser testigo de su cambio desde los ojos de Sawyer es un punto muy a favor para la trama y también para él, pero también es enternecedor. Sí es cierto que hay un punto en el él por fin alcanza, por así decirlo, el culmen de su cambio, pero es difícil determinar cómo o cuando se ha producido; simplemente es así y punto. Esto puede resultar algo desconcertante, pero por lo demás es un personaje muy complejo y, al igual que su compañera, convincente.

    Pero lo que —para mí— es más importante sobre Isaac es que dista mucho de ser el típico personaje masculino de las novelas románticas del siglo XXI. Isaac desprende ternura, paz y alegría, y la autora ha conseguido esto con gran éxito, he de reconocérselo. Tiene sus inseguridades, las cuales son evidentes y no las esconde. Se sonroja a menudo, incluso cuando aparentemente ya ha aprendido a confiar más en sí mismo, lo hace: se mantiene fiel a su esencia.

Opinión sobre la trama y la narración

    En este libro, Mona Kasten insiste en la posibilidad de que un libro tenga una sola trama central y completamente desarrollada sin que esta pueda resultar desbordante o aburrida. En algunos puntos se hace lenta, como si realmente se pretendiese que el lector entrase por completo en la historia pero, con ello, se obtuviese un efecto quizás algo exasperante. La relación de los protagonistas, de hecho, se mantiene sujeta por una cuerda tensísima que no les deja decidirse. Parece que van a avanzar, que van a dar un pasito, pero al final se mantienen en el sitio, y esto ocurre casi hasta el final. Puede que resultar algo tedioso, pero creo que la tensión está lo suficientemente bien representada como para que merezca la pena continuar.

    Hablando de esa relación entre los personajes, ésta es dulce y delicada. Resulta casi excitante emocionalmente hablando ver cómo se complementan mutuamente, cómo ambos saben aportarse entre sí y cómo buscan conocerse tanto física como mentalmente. No lo voy a negar, creo que es mi pareja favorita por ahora.

    Como ya he comentado en las reseñas de los libros anteriores, la narración de Mona Kasten es bonita, poética y dulce. Incluso cuando consigue transmitir al lector la angustia de la protagonista, lo hace de un modo deleitoso. Me da la sensación de que en este libro, en algunos momentos, ha perdido esa fuerza, pero aún así se mantiene en su línea.

Conclusión

    Creo que no puedo decir mucho más. Si te gustaron el primer y el segundo libro, éste lo vas a amar. Si el primero y el segundo no terminaron de convencerte, puede que éste sí lo haga, al menos un poco. Sí es cierto que, al fin y al cabo, es una continuación. Es el mismo tipo de trama, el mismo tipo de narración y el mismo tipo de personajes —aunque a la vez no—, pero a mí, personalmente, me atraparon los corazones de Isaac y Sawyer.




    Lo recomiendo.

    ¿Tú lo has leído? ¿Qué te ha parecido?


Advertencia: libro con contenido explícito y adulto.


    

Reseña por Alba Amador.

PD: No voy a subir las reseñas de los dos últimos libros de la serie porque, en primer lugar, no las he escrito y ya ha pasado demasiado tiempo para hacerlo y porque, en segundo lugar, no creo que sea necesario. Creo que la serie tiene su punto cumbre en este tercer libro. Recuerdo que el cuarto no me convenció nada, me resultó tedioso, y el quinto no estuvo mal, simplemente eso. Pero por terminar la serie, quizás merece la pena leerlos. 

Comentarios

Entradas populares de este blog

Reseña: TARDES DE OTOÑO, de Joana Marcús. Por Alba Amador.

CONVERSACIÓN SOBRE ARTE: MATISSE Y WESSELMANN. Por Alba Amador.

Diario de una chica celíaca, vegetariana y en recuperación de TCA.