Reseña: RUPTURA, de Des Irée. Por Alba Amador



He tardado exactamente dos años, un mes y seis días en leer este libro y creo que es porque empezó a dolerme demasiado. Se me atragantó, se me quedaron las páginas atascadas en la piel y me costaba absorber la luz y el aire y yo los necesitaba. Y en algún momento dejé de leerlo. Volví a cogerlo varias veces, leí varias páginas y volví a soltarlo. Lo miraba al entrar en mi habitación, escondido en una estantería con un fondo bastante profundo que hace que los libros —todos los de ese estante casualmente de poesía— se escondan de mí.  Y ahora que lo he acabado pienso que me hubiese gustado leerlo del tirón, sentir bien la herida, lamerla, curarla.

    Des Irée habla de tener amor y de que te falte, y como bien dice Elena Codes en el epílogo, hablar de amor es siempre lo mismo, el mismo amor. Y en ruptura hay amor de piel, de lo de dentro, de lo de fuera, de alguien, de otro, de todos, del que no está, del que nunca estuvo, del que siempre va a quedarse. Y es un amor que te llega como lector, que lo entiendes o no, pero lo lloras y lo ríes. Lo lees y lo escribes aunque el libro no sea tuyo. Yo siempre he pensado que a una le empieza a gustar la poesía cuando lee los poemas que son para ella. Los poemas de Des Irée son de esos para mí.

    Ruptura tiene versos y prosa. La escritura de Des Irée, quien no esta muy segura de llamarse poeta a sí misma pero que poco a poco lo dice más alto, forma parte de un nuevo aire que lleva creciendo en los últimos cinco años. Es algo crudo, directo, tan rápido —como lo piensa la cabeza que lo escribe— que a veces las frases se mezclan unas con otras. Es una cosa pura y sencilla, creo yo, de esas que no a todos les entra pero que cuando lo asumes ya no eres quien eras. Es algo peculiar, desde luego.

    No voy a decirte que leas este libro porque igual no está hecho para ti. Lo que te digo es que, si es para ti, vas a querer leerlo, tocarlo, olerlo. 


Psinopsis oficial de ruptura:

    La mayoría de los desenlaces comienzan con una apertura. Una puerta, una ventana, dos extremidades. Cualquier objeto animado o inanimado con la posibilidad de separarse puede significar, potencialmente una representación ominosa de algo que se fragmenta, que se parte en dos e inevitablemente termina.


ruptura, Des Irée:

Editorial: Posdata Ediciones

Páginas: 214


    Le daría un 4 sobre 5.


¿Tú lo has leído? ¿Qué te ha parecido?

Reseña por Alba Amador.

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